Inconformismo

viernes, 31 de octubre de 2014


Buenas!

No sabéis cuánto me gustan las cosas a destiempo, o mejor dicho, lo poco que me gusta que me impongan los temas a tratar en mis posts llegadas ciertas 'fechas señaladas'.

Es llegar finales de octubre y no hay más que darse una vuelta por el ciberespacio para cansarse a ver artículos sobre calabazas, esqueletos, brujas, vampiros, fantasmas, arañas y horrores varios, muchos de ellos azucarados con mejillas sonrosadas, expresiones infantiles y ñoñas...

No digo que no disfrute Halloween o que no me gusten los horrores varios (ayer mismo fuimos a comprar dulces con forma de colmillos para la "Fiesta de Difuntos"), digo que no me apetece obligarme a escribir sobre ello sólo porque el resto del mundo lo haga o porque "es lo que toca".

Con lo cual, y a riesgo de parecer una petarda, este post no va a versar sobre dicha 'fiesta', sino sobre un ooak que nada tiene que ver con ella: marcapáginas de hiedra natural.

Marcapáginas "Hiedra" -VENDIDO-

Ya utilicé hojas plastificadas en mis pendientes "Cymbalaria", aunque en esta ocasión decidí transformarlas en marcadores de libros... de papel.

Llegado este punto, aprovecho para reiterar mi gusto por los libros de papel: aunque no niego la comodidad de los e-books, ¿quién no ha sentido un escalofrío al abrir un libro recién adquirido por primera vez? ¿Quién no ha aspirado profundamente su olor, o ha echado un vistazo fugaz a su última página? ¡Ah, pequeños placeres electro-inimitables...!


Volviendo a la realidad, los marcapáginas para libros de papel "Hiedra" tienen hojas naturales de hiedra plastificadas y están adornados con múltiples cintas de raso y cuentas de cristal.

Sólo existen estos cuatro que véis... Podría decirse que son únicos,
¡como únicas son las hojas con las que están hechos!


Por cierto, el libro de las fotos ('El fuego de la bruja', de James Clemens) es el primer tomo de mi saga de fantasía épica favorita, y no sólo porque la protagonista se llame Elena...

Me mola porque los protagonistas no son los típicos héroes bienaventurados, sino todo lo contrario: son seres proscritos, desterrados, incomprendidos, con caracteres que evolucionan con el entorno y la situación... ¡Os lo recomiendo! ;)
 

2 comentarios:

  1. Tú siempre has sido una inconformista, no hay más que ver las artesanías que haces. Y eso moooola x)

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